Espriu torna per sempre a la seva Sinera

"Espriu vuelve para siempre a su Sinera" va ser el titular de la portada de la Vanguardia del 23 de febrer de 1985 per anunciar la mort de Salvador Espriu. La mateixa tarda d'aquell dissabte es feia a Arenys de Mar la cerimonia de comiat i una gernació, que s'havia volgut afegir a l'homenatge al poeta, va acompanyar-lo fins al Cementiri. 

 

Aquest cap de setmana ha fet 28 anys del traspàs, del salt físic entre Arenys de Mar i Sinera. Aquella tarda de dissabte és ben present i recordada pels qui la van viure. La Neus Pinart ja va escriure -arran dels 10 anys de la mort d'Espriu- sobre aquella tarda i publicava algunes imatges del fotograf arenyenc Josep Maria Bertran.

 

L'advocat Ramon Verdaguer ha escrit el trasbals que va es va viure a Arenys i les impressions que li va provocar. En Pere Canals, que aleshores col·laborava a la Televisió d'Arenys, ho ha il·lustrat amb les imatges que va enregistrat.
 

La crònica que la redactora de La Vanguardia va fer a l'edició de l'endemà recull -detall per detall- com va ser l'enterrament de Salvador Espriu. La crònica te l'atractiu d'un estil de redacció que confirma el pas dels anys. Alguns detalls de la crònica son coincidents o s'amplien amb alguns dels testimonis dels apunts mencionats.

 

"Miles de personas despidieron ayer a Salvador Espriu en Arenys de Mar"

 

El acto del entierro del poeta Salvador Espriu en el cementerio de Arenys de Mar fue sencillo tal como él probablémente había deseado. Miles de personas acudieron a decir su último adiós al escritor que inmortalizó el pequeño camposanto en su elegía ‘Cementiri de Sinera”. La emoción y el silencio que presidieron el acto sólo fueron interrumpidos por el “Cant dels ocells”

 

En un simple poco poético nicho situado en un rincón del cementerio de Arenys de Mar reposan des de ayer los restos mortales del poeta Salvador Espriu. El acto del sepelio del autor de “La pell de brau” constituyó una sentida manifestación de duelo en la villa marinera, algunos de cuyos habi tantes colocaron banderas catalanas con crespones negros en los balcones. La mayor parte del numeroso público congregado en el cementerio estaba formada por las gentes del pueblo que Espriu inmortalizó en sus versos. Junto a la población arenyense, centenares de personas llegadas des otros puntos de Cataluña quisieron dedicar un último homenaje al poeta. Durante toda la mañana de ayer continuó instalada en el Palau de la Generalitat la capilla ardiente por Salvador Espriu, por la que desfilaron cientos de personas Hacia las cuatro de la tarde, el féretro fue trasladado a Arenys de Mar. Poco después de las cinco de la tarde, los restos mortales del poeta eran introducidos en la iglesia parroquial de Santa María por un grupo de jóvenes, miembros de la coral local ‘Amics del cant gregoriá’, cuyos cantos acompañaron el responso. El féretro iba cubierto tan sólo con una bandera catalana, sin ninguna flor.

 

El templo, en el que sonaba música de Bach y Albinoni, estaba abarrotado. Poco antes, habían entrado los familiares del escritor -sus hermanos, cuñada, sobrinos y otros parientes- y las autoridades: el president de la Generalitat Jordi Pujol, el ministro de Cultura, Javier Solana, los dos ministros catalanes, Narcis Serra i Enrich Lluch, delegado del gobierno en presidente del Parlament, consellers de la Generalitat, los alcaldes de Barcelona y Arenys de Mar, el ex president Tarradellas políticos, senadores y diputados. Entre los asistentes, muchos nombres vinculados con las letras y la cultura en general: el poeta Josep Vicenç Foix, el rector Badia Margarit, el director teatral Ricard Salvat, el cantautor Raimon, el poeta y editor Ramon Pinyol, y otros escritores y artistas.

 

Un hombre humilde

 

La ceremonia fue concelebrada por mossen Martí Amagat, rector de la parroquia de Arenys de Mar, y por el abad de Montserrat, Cassiá M. Just, el cual leyó el Evangelío según San Mateo. En una breve homilía, el rector invitó a los presentes a compartir unas plegarias por Salvador Espriu: “un hombre de primera fila, de bondad respetuosa y delicada". Dijo el oficiante que había que agradecer a Espriu “el haber luchado tanto por nuestro país" y recordó una palabras que le escribió una vez el poeta: "Gracias mossen por el ofrecimiento de sus oraciones, que tanto necessito". Mossen Amagat resaltó la humidad que presidía la conducta de Espriu y pidió “que despierte a unos nuevos cielos y a una nueva tierra”.

 

Cuando la comitiva fúnebre llego al pequeño cementerio de Arenys de Mar, centenares de personas se agolpaban ya en sus callejas con emocion contenida. Algunas de ellas llevaban ramos de flores y sólo tres coronas de flores se veian a la entrad del camposanto. El sencillo acto d eentierro se efectuó en medio de un silencio que sólo corto la voz de la cantante Marina Rossell interpretando la versión que hizo Espriu de "El cant dels ocells". Mientras se cerraba el nicho, los presentes entonaron el canto de "Els segadors".

 

Así, de forma sencilla, fue despedido el poeta, que quiso reposar "sense cap nom ni simbol, ran dels xiprers, dessota un poc de pols sorrenca, endurida de pluges".

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